Los suelos de exterior antideslizantes tienen una importancia capital en terrazas, jardines, patios y otras zonas exteriores de cualquier lugar. La razón es muy simple: están expuestos a la lluvia y a la humedad y, por tanto, conllevan riesgo de que los usuarios sufran resbalones y lesiones derivados de ellos.
Pero ¿qué son los suelos antideslizantes? ¿Qué ventajas ofrecen y cómo se instalan? A todas estas preguntas y muchas otras vamos a darles respuesta en este artículo de blog de ParaTuReforma. Una información que te resultará muy útil si necesitas instalarlos en cualquier espacio exterior de tu domicilio.
Suelos de exterior antideslizante
Los suelos antideslizantes para exterior son muy fáciles de diferenciar respecto a los utilizados en interiores. Esto se debe, fundamentalmente, a que cuentan con una superficie más rugosa de lo habitual, la cual puede obtenerse de forma directa al fabricar la pieza o realizando un tratamiento posterior mediante láser o productos químicos específicos.
Este tacto se percibe con especial asiduidad en los suelos de gres cerámico para exteriores. En los elaborados con piedra natural no suele ser necesario. ¿El motivo? La pizarra, el mármol o el granito, entre otros, son materiales con un nivel alto de porosidad. Por tanto, son capaces de absorber el agua y de mantener la adherencia descalzo o con calzado.
Ventajas de los suelos antideslizantes en exteriores
Una vez aclarado el punto anterior, llega el momento de explicar cuáles son las principales ventajas de los suelos de exterior antideslizantes. Como podrás ver, son muchas y muy variadas.
Instalación rápida y sencilla
El proceso de instalación de un suelo de calidad que tenga propiedades antideslizantes no es diferente a la de cualquier otro tipo de pavimento. De forma resumida, podemos decir que se divide en las siguientes etapas:
Retirada del anterior pavimento. Para ello, es necesario el uso de martillos, cinceles o cualquier otra herramienta que pudiese ser de utilidad. Los escombros deben ser siempre llevados a puntos de tratamiento de residuos habilitados por el municipio en cuestión.
- Aplicación del mortero. Aquí recomendamos el uso de un mortero autonivelante, ya que es la mejor manera de que la superficie quede nivelada y lisa. El tiempo de fraguado de este material de construcción es de entre 24 y 48 horas, aunque el tiempo exacto aparecerá reflejado en las instrucciones de uso.
- Colocación de las piezas. Una vez que el mortero está seco, puedes empezar a colocar las baldosas antideslizantes usando un pegamento específico. Puedes colocar guías entre las diferentes baldosas para que el resultado sea perfecto.
- Aplicación de la lechada. Cuando el pavimento esté colocado, este elemento se aplica sobre las juntas para disimularlas y evitar filtraciones. Puedes utilizar un simple paño húmedo para remover el sobrante.
En caso de que no tengas los conocimientos ni las herramientas necesarias para la colocación de las baldosas, lo mejor es recurrir a un albañil profesional. No lo consideres un gasto, sino una inversión que se traducirá en un acabado de mayor calidad.
Seguridad: menos riesgos de caídas
Esta es, sin duda, la principal ventaja que ofrecen los suelos antideslizantes de exterior. Para que te hagas una idea de su importancia o, en su defecto, de la colocación de césped artificial o natural, podemos decirte que la Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en 37,3 millones los casos anuales de caídas que requieren atención médica debido a resbalones.
En el caso de las personas mayores, las consecuencias de estos accidentes domésticos pueden ser muy graves. Eso sí, los más jóvenes tampoco están exentos de sufrir una conmoción o una fractura.
Como dijimos antes, estas baldosas cuentan con una superficie rugosa al tacto, la cual le permite mantener una mayor superficie de contacto con el calzado. Por tanto, el agarre ofrecido es mucho más grande y el riesgo de sufrir una caída se reduce al mínimo. Incluso si la superficie está totalmente empapada o se ha producido una helada durante la noche.
Durabilidad
La durabilidad es una cualidad inherente a los pavimentos de gres porcelánico. De hecho, da igual que se utilicen en interiores o en exteriores. Este tipo de baldosas son capaces de permanecer intactas a pesar del calor, el frío y la humedad. De hecho, son tremendamente resistentes a la acción de los rayos ultravioleta del sol, a las heladas y a la lluvia.
Esto se debe a varias características del material. La primera de ellas es que no es poroso, por lo que la humedad no puede penetrar en su interior. Pero, además, es un mal conductor térmico, por lo que no se dilata ni se contrae a temperaturas ambientales. Por si fuese poco, su acabado estético se puede proteger de forma cómoda y sencilla.
Resistencia
Otro aspecto destacado de los suelos de exterior antideslizantes es su resistencia a los impactos. De hecho, se trata de un material casi irrompible una vez instalado, así que no tendrás que preocuparte de que se te caiga algo y tengas que sustituir alguna baldosa. Este es otro aspecto que redunda en una mayor durabilidad.
Fácil limpieza y mantenimiento
Como también hemos dicho antes, los suelos antideslizantes para exterior de gres porcelánico no son porosos. Esto no solo se traduce en que no absorban el agua de la lluvia o, por ejemplo, el que rebosa de la piscina, sino que tampoco se manchan.
Por tanto, la limpieza de este tipo de pavimentos es especialmente fácil y cómoda. En muchos casos, ni siquiera hace falta la aplicación de productos específicos o que no puedan encontrarse en la mayoría de los supermercados. Algo que no sucede con la piedra natural u otros tipos de materiales.
Llegados a este punto, creemos que han quedado lo suficientemente claras todas las ventajas que ofrecen los suelos de exterior antideslizantes en terrazas, patios y jardines. Por ello, ya solo te queda entrar en nuestro catálogo y elegir el que más se ajuste a tus necesidades y a tus gustos estéticos. El servicio de atención al cliente de ParaTuReforma puede ayudarte a encontrarlo si quieres. ¿A qué esperas para ponerte en contacto con él?
