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Cómo purgar un radiador paso a paso y por qué deberías hacerlo

¿Has notado que tu radiador está empezando a emitir menos calor que antes? No te preocupes, es algo muy frecuente que sucede como consecuencia de la entrada de aire en el circuito de agua que calienta el aparato. Por suerte, la solución es muy sencilla y seguro que ya has oído hablar de ella en alguna ocasión, pero, ¿sabes cómo purgar un radiador para que vuelva a su funcionamiento habitual?

Llevar a cabo puntualmente esta operación es más sencillo de lo que crees y tiene consecuencias directas sobre tu bolsillo, sobre el planeta y, por supuesto, sobre el propio dispositivo. A continuación te explicamos por qué es conveniente purgar un radiador cada cierto tiempo, cómo hacerlo paso a paso y en qué momento deberías plantearte llevar a cabo el proceso.

¿Por qué es necesario purgar un radiador?

El sistema de calefacción que utilizan estos elementos se basa en un circuito a través del cual circula el agua caliente que, a su vez, eleva la temperatura del dispositivo. La acumulación de aire en estos circuitos dificulta la circulación del agua; esto es algo totalmente habitual, pero provoca que el aparato no funcione adecuadamente y es ahí donde reside la necesidad de purgar un radiador.

Cómo averiguar cuándo es momento de purgar un radiador

Cuando se trata de eliminar el aire de estos circuitos, lo ideal es hacerlo antes de comenzar el período en el que vamos a utilizar los dispositivos. Es una tarea que forma parte del mantenimiento del sistema de calefacción y, como tal, conviene llevarla a cabo cada año. No obstante, si no lo habías hecho por cualquier motivo, puedes purgar un radiador en cualquier momento, sobre todo si percibes que no calienta lo suficiente.

Cómo purgar un radiador paso a paso

Purgar un radiador cuando no calienta bien.

Pese a que lo califiquemos como una tarea de mantenimiento, purgar un radiador es una práctica mucho más sencilla de lo que parece. Tan sólo necesitas buscar el momento adecuado para hacerlo, tener un destornillador a mano y seguir las instrucciones que indicamos a continuación. Es algo que te llevará muy poco tiempo y que merece la pena hacer por los beneficios que conlleva.

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¿Cómo purgar un radiador, encendido o apagado?

Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de purgar un radiador es que debe estar apagado y frío. De hecho, también debes asegurarte de que la caldera no está en funcionamiento en el momento de hacerlo, de ahí la recomendación de realizar esta tarea antes del período en el que la calefacción se mantiene constantemente encendida.

El proceso para purgar un radiador

Busca la válvula o purgador en el lateral del radiador y coloca un recipiente debajo del mismo, de este modo evitarás que el agua caiga al suelo. A continuación, gira la llave con un destornillador y empezará a salir el aire contenido en el circuito. Como es normal, también salpicará algo de agua en un principio, pero cuando el chorro sea uniforme es el momento de cerrar la válvula.

Si tengo varios radiadores, ¿por cuál debo empezar?

Es muy frecuente que en una vivienda haya varios radiadores. Si es tu caso, tal vez te hayas preguntado por cuál de ellos debes comenzar a la hora de purgarlos. La recomendación en este sentido es clara, busca siempre el aparato más cercano a la caldera para empezar y realiza un recorrido por cada uno de ellos hasta purgar el dispositivo más lejano.

Radiadores de calefacción central, ¿también deben purgarse?

Cuando hablamos de un sistema de calefacción central, también es necesario purgar los radiadores. Sin embargo, en este caso no podrás hacerlo en cualquier momento, sino que debes contactar con el responsable de la caldera previamente. Si la caldera ya se ha llenado de agua, es posible hacer el mantenimiento. Una vez purgados todos los aparatos, se deberá comprobar que la presión de la caldera es adecuada.

¿Es necesario purgar un radiador con válvula automática?

Existen radiadores que presentan una válvula automática con el fin de que el proceso de purgación se realice sin intervención humana. Es importante que conozcas esta característica de tu radiador, ya que si es de este tipo no deberás llevar a cabo esta tarea de mantenimiento en ningún caso.

Beneficios de purgar un radiador

Ahora que ya sabes cómo purgar un radiador y conoces la importancia de llevarlo a cabo, también es importante abordar los beneficios de hacerlo puntualmente. Recuerda que influye de manera directa en el funcionamiento del aparato, por lo que tiene consecuencias sobre su rendimiento y durabilidad.

El ahorro en tu factura energética

Purgar un radiador para un consumo eficiente

En general, cualquier dispositivo -independientemente de la fuente de energía que utilice- siempre es más eficiente cuando está en óptimas condiciones. Si tu radiador no calienta adecuadamente, necesitará más tiempo para elevar la temperatura y, por tanto, consumirá mayor energía en el proceso, lo que se traduce directamente en costes adicionales.

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La reducción del impacto medioambiental

Del mismo modo, todos conocemos las consecuencias medioambientales del consumo de energía, sobre todo cuando ésta no proviene de una fuente renovable. Purgar un radiador es un pequeño gesto que supone cierta reducción en el consumo, y en la situación climática actual, cualquier acción es importante, por pequeña que pueda parecer.

La vida útil de tu radiador

Como ocurre con cualquier otro dispositivo, ejercer esfuerzos innecesarios reduce la vida útil de tu radiador. De hecho, no sólo hablamos de una avería, sino de su funcionamiento diario, que puede verse mermado en caso de no recibir el mantenimiento adecuado. Y, si hay un aspecto importante en el proceso de mantenimiento de un radiador, es su purgación.

La importancia de purgar un radiador en el momento adecuado

Como has podido ver, purgar un radiador cuando corresponde puede marcar la diferencia con respecto a su uso. En primer lugar, para mantener una temperatura agradable en casa es necesario que el dispositivo funcione como es debido, algo que no ocurre cuando ha entrado aire en sus circuitos. Sucede como con cualquier otro aparato: si no está en óptimas condiciones no rendirá como debe.

Por otra parte, esto tiene consecuencias directas en el consumo, que se verá alterado por la incapacidad del radiador a la hora de hacer su trabajo. Consumos más elevados, aumento de la contaminación y un encarecimiento de las facturas son las consecuencias más evidentes al no purgar un radiador de forma puntual. Ahora que ya sabes cómo hacerlo, ¿por qué no ponerte a ello?

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