Colección Cotti D'Italia de Marazzi

La colección Cotti D’Italia de Marazzi interpreta el estilo del cotto italiano desde una mirada contemporánea. Mantiene la esencia cálida, artesanal y ligeramente irregular del barro cocido tradicional, pero la traslada al gres porcelánico para ofrecer un material mucho más resistente y funcional. Sus diferentes tamaños y tonos permiten crear composiciones muy personales, desde ambientes rústicos y mediterráneos hasta espacios modernos con un toque atemporal. Es una colección pensada para quien busca autenticidad visual sin renunciar al rendimiento técnico.

  • Inspiración artesanal: Cada pieza reproduce la textura y las variaciones cromáticas típicas del cotto hecho a mano, aportando un aspecto natural y cálido.

  • Tonalidades terrosas equilibradas: Sus colores se mantienen en la gama de beiges, rosados y marrones profundos, evocando su origen italiano sin resultar recargados.

  • Amplia variedad de formatos: Ofrece tamaños cuadrados, rectangulares y formatos especiales, permitiendo patrones clásicos o composiciones más creativas.

  • Superficie con carácter: La textura suave pero marcada recuerda al barro cocido tradicional, aportando una presencia visual muy definida sin perder practicidad.

  • Diseño modular: Los diferentes formatos encajan entre sí, lo que facilita crear mezclas geométricas o diseños rítmicos con un estilo muy personal.

Piezas decorativas complementarias

Además de los formatos convencionales, la colección incluye piezas con formas y diseños que permiten dar un giro más creativo a cualquier proyecto. Estas variantes decorativas aportan texturas, geometrías o relieves que enriquecen visualmente el revestimiento, ayudando a romper la uniformidad y a generar puntos focales. Su presencia es ideal para destacar zonas concretas, crear transiciones elegantes o introducir detalles artesanales que recuerdan a trabajos cerámicos tradicionales, pero con la precisión y resistencia del gres contemporáneo.

Uso interior y exteriorecera

Al estar fabricada en gres porcelánico, la colección ofrece un comportamiento óptimo tanto en interiores como en exteriores. Esta versatilidad permite crear proyectos continuos donde el mismo material conecta estancias internas con terrazas, patios o porches sin perder coherencia visual. Su estructura compacta resiste cambios de temperatura, humedad y desgaste, lo que la hace adecuada para zonas de alto tránsito o espacios expuestos a las inclemencias climáticas. El resultado es una solución estética estable, que mantiene su aspecto sin alteraciones durante largos periodos.

Acabados adaptados a distintos contextos

La colección incluye acabados que se ajustan a diferentes necesidades de uso. Para zonas interiores, cuenta con superficies cómodas al tacto y fáciles de limpiar, diseñadas para un tránsito cotidiano. Para áreas exteriores o entornos donde se requiere un mayor agarre, existen versiones específicas con más tracción, que mejoran la sensación de seguridad sin romper la armonía visual del conjunto. Esta continuidad permite que un mismo color o diseño se aplique de manera uniforme en todo el proyecto, adaptándose a los requisitos técnicos de cada espacio.

Estética atemporal

Aunque se inspira directamente en los antiguos suelos de cotto, su reinterpretación moderna evita que se sienta como un material exclusivamente rústico. Sus tonalidades equilibradas y su textura controlada le permiten integrarse con facilidad en ambientes clásicos, mediterráneos, vintage o incluso en diseños industriales con elementos metálicos o de hormigón. Esta neutralidad visual convierte a la colección en una opción sólida para proyectos que buscan perdurar en el tiempo sin pasar de moda, manteniendo una identidad cálida y elegante.

Sensación de ambiente “vivo”cabecera

Una de las cualidades más destacadas de la colección es la sutil variación entre piezas, tanto en color como en textura. Este efecto controlado crea espacios que no se perciben planos ni repetitivos, aportando una atmósfera con movimiento y naturalidad. El conjunto recuerda a materiales envejecidos por el uso y el paso del tiempo, donde cada baldosa aporta un matiz distinto que contribuye a una composición rica y acogedora. Esta variedad hace que los ambientes resulten más humanos, cálidos y visualmente atractivos.