En varios formatos, las piezas de Kalksten cuentan con bordes rectificados, cortados con precisión milimétrica tras la cocción. Esto permite una instalación con juntas mínimas, reduciendo las líneas de separación entre piezas y ofreciendo una superficie más uniforme, continua y visualmente limpia. Esta característica no solo mejora la estética del conjunto, sino que también facilita el mantenimiento y la percepción de amplitud en el espacio.