Gracias a su baja porosidad, la superficie evita la absorción de líquidos y suciedad, lo que facilita su limpieza diaria y protege contra manchas y marcas difíciles. Solo requiere un mantenimiento básico con productos suaves, manteniendo su aspecto original durante años. Esta propiedad lo hace ideal para cocinas, baños, terrazas o cualquier zona donde la limpieza frecuente sea una necesidad, sin sacrificar el diseño ni la durabilidad.