Al ser un pavimento de porcelánico, su superficie es altamente resistente a manchas, polvo y suciedad, lo que hace que la limpieza diaria sea rápida y sencilla. No requiere tratamientos especiales ni cuidados complejos para mantener su belleza y durabilidad, lo que lo convierte en una opción práctica para hogares y espacios con actividad constante. Incluso con el paso del tiempo, conserva su aspecto original, evitando el desgaste visual que se observa en otros materiales.